Desconocidas. Conocidas. Compañeras. Amigas. Mejores amigas. Hermanas. Ahora léelo al revés, duele ¿verdad?

Pequeñas. Inocentes. Pero sobre todo felices, muy felices. 
Así eramos cuando nos conocimos, 2 niñas de 12 y 11 años a las que les quedaba toda la vida por delante, todas las sensaciones del mundo por descubrir, y las descubrimos. Al principio, como una piña. Codo con codo, hombro con hombro (por si a alguna le hacia falta). Pero que cierto eso de que las cosas cambian. 
2 años después de miles de momentos, de miles de canciones que escucho ahora y se me encoge un poquito el corazón porque, eran nuestras joder, eran nuestras... miles de abrazos, miles de sonrisas, miles de comidas en tu casa, miles de comidas en la mía, noches juntas, ese concierto que no voy a olvidar... 
Todo cambio. Tan de repente nuestras fantasías se vinieron a bajo... Si, crecimos, y quiza demasiado rápido. 
Pasamos de contarnos la mínima tontería a tirarnos semanas sin hablarnos. Luego volvíamos a estar juntas, nos poníamos al día de todo, y pensaba que ya estaba todo bien, que era lo de siempre, pero no. 
Una amistad no se pierde de un día para otro. Va poco a poco, empiezas a notarlo, y cuando te das cuenta, ya estas en un "hace mucho que no se de ti, a ver si quedamos", y ahí  justo en ese momento es cuando te das cuenta, de que es verdad, habéis pasado de hermanas, de mejores amigas, a un simple "amigas". Pero es que todo no acaba ahí. 
Vais cogiendo caminos distintos. Y conoces otra gente. Ahí, es cuando se pasa a ser simples compañeras. 
Antes, todos los lunes, lo primero que hacia nada mas llegar a clase, era darte un abrazo de esos que te dejan sin respiración  e inmediatamente, nos dábamos una vuelta por los pasillos. Ahora, si con suerte puedo verte en algún momento, es un simple "hola" y una media sonrisa. 
Ya hemos llegado a ser simples conocidas. Y da pena saber, que hoy por hoy, somos totalmente desconocidas. Yo, por lo menos, no te conozco. No se donde ha quedado mi nena, mi pokypower.
Duele recordarlo la verdad. Muchas veces, echo de menos cada momento compartido contigo, pero luego me doy cuenta, de que una persona como tu, no merece estar a mi lado.Esto ya no es un hasta luego ni nada que se le asemeje, es un adiós en toda regla. Me has fallado mil y un veces pero como una tonta te lo he perdonado todo. 
Solo puedo decirte que te vaya bien y que madures un poco, y te des cuenta de que las cosas, que te van a hacer mucho daño, porque detrás de esa imagen de dura que pretendes dar, en el fondo, sigues siendo esa niña que yo conocí. 
Se feliz, de verdad. Hasta nunca, desconocida.