Cosas imposibles que tarde o temprano suceden.

Después de tanto tiempo, hoy he vuelto a oír su voz. Esa que me vuelve loca. 

Pero me siento orgullosa, he resistido. Se que he podido estar fría con el, he mostrado pasotismo e incluso hacia ver que le ignoraba. Por dentro pensaba que se lo merecía, pero si he echo todo eso, es para no mostrarle que es mi punto débil. Y al colgar, he sentido mariposas en el estomago, me ha salido una gran sonrisa sin querer y unas lagrimas, pero esta vez de felicidad. 

Su voz. Su maldita voz. Su encantadora voz. Su voz. 

Y han sido 15 minutos que se convirtió en tan solo uno. Tenia tantas cosas que decirle, pero me salían las palabras. Lo siento, no pude. Te quiero tanto que ni te imaginas, Eduardo.

Que antes de colgar me diga "El amor no se puede olvidar, siempre queda grabado" y ser feliz para todo el día.